Después de la ceremonia religiosa, la familia se trasladó a La Masia De Campo Aníbal, un hermoso lugar en El Puig, Valencia, para continuar con la celebración del bautizo de Javier. La finca estaba decorada con colores pastel y detalles elegantes, creando un ambiente cálido y acogedor para los invitados.

La comida fue uno de los puntos destacados de la celebración. Se sirvió un delicioso munu con platos típicos de la zona y postres caseros que dejaron a todos con ganas de repetir. Los invitados disfrutaron de buena música y de una selección de bebidas para brindar por el pequeño Javier y su familia.

El momento más emotivo de la tarde llegó cuando los padres de Javier cortaron y repartieron una riquisima tarta, y agradecieron a todos los presentes por compartir ese momento tan especial con ellos. Además, se entregaron algunos recuerdos para los invitados, como fotografías y pequeñas velas decorativas.

En resumen, el bautizo de Javier fue una ocasión inolvidable para toda la familia, quienes se reunieron para celebrar y compartir su amor por el pequeño. La iglesia, la comida, la música y la compañía hicieron de ese día una experiencia única y llena de emociones que se recordará por siempre.