La Postboda en Sagunto valencia de Elena y Jose Ramón

Postboda en Sagunto valencia.

Después de la Preboda ❤️ en el precioso pueblo de Villafames y el gran día de la Boda entre Xilxes (Castellón ) y El Puig ( Valencia ), Elena y Jose Ramón tenían un montón de ganas de quedar para volver a ponerse los trajes y ahora si, con mas tiempo, pasarnoslo en grande. En La Postboda de Elena y Jose Ramón por Sagunto, lo pasamos genial. Primero nos dimos una vueltecita por el monte de Santo Espíritu en Gilet, para después ya mas relajados tomarnos un refrigerio y coger fuerzas. 

Después de la pausa, nos dirigimos a Sagunto, una ciudad de la provincia de Valencia que cuenta con un patrimonio histórico y cultural impresionante. La pareja nos llevó a lugares emblemáticos como el Castillo de Sagunto, una fortificación construida en el siglo X que cuenta con unas vistas espectaculares del mar Mediterráneo y de la ciudad. Allí pudimos capturar imágenes maravillosas de Elena y Jose Ramón con el castillo de fondo, así como en las calles y plazas de la ciudad.

Además, durante la sesión de fotos de la Postboda, también aprovechamos para explorar la playa de Almardá, una de las playas más bonitas de la zona de Sagunto, y la cual se encuentra en un paraje natural protegido.

Elena y Jose Ramón estaban radiantes y disfrutaron de cada momento de la sesión de fotos, siempre con una sonrisa en el rostro. Fue una experiencia muy divertida y enriquecedora para todos los involucrados, y el resultado final fue una serie de fotografías naturales y llenas de vida que capturaron perfectamente el amor y la felicidad que comparten Elena y Jose Ramón.

En definitiva, la Postboda en Sagunto de Elena y Jose Ramón fue una experiencia increíble y memorable para todos. La ciudad de Sagunto y sus alrededores ofrecen un telón de fondo espectacular para cualquier sesión de fotos, y la pareja hizo que todo fuera aún más especial gracias a su carisma y simpatía. Sin duda, una Postboda perfecta para recordar.

Rafa Soriano Fotógrafo.

CATEGORIAS: POSTBODAS

Cúbreme, amor, el cielo de la boca, de Rafael Alberti

Cúbreme, amor, el cielo de la boca

con esa arrebatada espuma extrema,

que es jazmín del que sabe y del que quema,

brotado en punta de coral de roca.

Alóquemelo, amor, su sal, aloca

Tu lancinante aguda flor suprema,

Doblando su furor en la diadema

del mordiente clavel que la desboca.

¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello

borbotar temperado de la nieve

por tan estrecha gruta en carne viva,

para mirar cómo tu fino cuello

se te resbala, amor, y se te llueve

de jazmines y estrellas de saliva!

 

 

 

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